Biografía
La pintura de Hernán Gazmuri
Romera, Antonio R., 1908-1975
Este texto de Antonio Romera sobre la obra de Hernán Gazmuri traza su trayectoria artística. A pesar de sus méritos, su obra ha sido marginada u olvidada. Romera establece sus referentes, destacando a sus formadores en Chile y la influencia de André Lhote en París. Propone que, a pesar de los diferentes estilos que desarrolló, la totalidad de su obra resulta ser un proceso coherente. Define sus primeras telas como “arrebato pasional” de corte expresionista y analiza dichos cuadros, entendiendo que el pintor llega a una síntesis formal con armonía y equilibrio. Otro aspecto que destaca es “la monumentalidad”, la cual no responde al tamaño, sino a una relación equilibrada entre formas y expresión del arabesco.
Independientemente del tamaño, en las naturalezas muertas de Gazmuri el autor encuentra “una imagen del universo plástico”.
ANNOTATIONS
“La pintura de Hernán Gazmuri” (1959), texto del historiador y crítico de arte Antonio Romera (1908-75), aborda la obra del pintor Hernán Gazmuri (1900-79). Años antes, en su libro Historia de la pintura chilena (1951), menciona su alejamiento del circuito artístico, asunto que, en cierta medida lo silenció en el medio artístico. No obstante, Gazmuri otorgaba gran valor a su obra llegando a destacar, en más de una oportunidad, el cuadro Homenaje a Andrés Lhote (1932), una de sus obras de mayor reconocimiento. Implicaba la gratitud debida al pintor francés, su maestro durante su estancia en París. Ciudad a la que llegó a estudiar por sus propios medios y en la que vivió entre 1928 y 1931. Años antes —e influenciado por la pintura francesa— formó parte del Grupo Montparnasse, cuestionador del academicismo que regía sobre la pintura chilena, desde el tipo de obras que eran valoradas por la crítica hasta su enseñanza.
En 1923, el grupo hizo su aparición pública con una exposición pictórica en la Casa de Remates Rivas y Calvo en Santiago. Participaron los pintores Henriette Petit (1894-1983); José Perotti (1898-1956), también escultor; Julio Ortiz de Zárate (1885-1946), considerado como parte de la Generación del 13; y Luis Vargas Rosas (1897-1977), el fundador. Dos años más tarde, en una nueva muestra realizada en el mismo local, se sumaron los pintores Manuel Ortiz de Zárate (1887-1946), hermano de Julio Ortiz de Zárate; Camilo Mori (1896-1973); Isaías Cabezón (1891-1963); Augusto Eguiluz (1893- 1969); Romano de Dominicis; Sara Malvar (1894 -1970) y el propio Gazmuri. Contaban con la valoración y apoyo del crítico de arte y pintor Jean Emar (1893-1964), seudónimo de Álvaro Yañez Bianchi, quien escribía en el diario La Nación. A pesar del tiempo transcurrido entre una exhibición y otra, la pugna entre una pintura de corte “académico” y otra que buscaba “innovar” cuestionando los parámetros formales, se mantuvo por largos años. El salón de 1928 fue otro hito dentro de dicha discusión, la cual, los historiadores del arte Gaspar Galaz (n. 1941) y Milán Ivelic (n. 1935) proponen como momento culminante. Entre muchos otros artistas, en ese Salón participó Gazmuri. A varios de ellos se les acusó de querer “‘deformar’ la representación” además de instrumentalizar los Salones de pintura para tales fines.
Interesa enfatizar, aquí, cómo estas primeras discusiones permitieron abrir el debate sobre lo que se entendía por pintura y representación y, con ello, las posibilidades al alcance de los artistas. [Para conocer más sobre aquella Generación del ‘13, consúltese en el Archivo Digital ICAA: “Apuntes para un estudio de la Generación del ‘13” (773707) de Ricardo Bindis; y el texto “Grupo "Montparnasse. En la casa Rivas y Calvo, exposición de las obras de Manuel Ortíz, Julio Ortíz, Henriette Petit, José Perotti y Vargas Rosas” (750202) escrito por Jean Emar; Sobre Gazmuri, véase “Texto introductorio Exposición Sala Libertad”.